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miércoles, 10 de junio de 2020

¿Se puede ver a Dios?

 La Biblia nos dice que nadie ha visto a Dios (Juan 1:18) excepto Jesús. En Éxodo 33:20 Dios declara, “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Estos textos parecen contradecir otras Escrituras que describen a varias personas “viendo” a Dios. Por ejemplo, Éxodo 33:19-23 describe a Moisés hablando con Dios, “cara a cara”. ¿Cómo es que Moisés pudo hablar con Dios “cara a cara” si nadie puede ver el rostro de Dios y vivir? En este caso, la frase “cara a cara” es una figura literaria, indicando que ellos tenían una estrecha comunión. Dios y Moisés hablaban entre ellos como si fueran dos seres humanos teniendo una conversación privada.





En Génesis 32:30, Jacob vio a Dios aparecer como un ángel. Él realmente no vio a Dios. Los padres de Sansón estaban aterrorizados cuando se dieron cuenta de que habían visto a Dios (Jueces 13:22), pero ellos sólo lo vieron aparecer como un ángel. Jesús era Dios encarnado (Juan 1:1,14) así que cuando la gente lo veía, ellos veían a Dios. Por lo que, sí, Dios puede ser “visto” y mucha gente ha “visto” a Dios. Al mismo tiempo, nadie jamás ha visto a Dios revelado en toda Su gloria. En nuestra caída condición humana, si Dios se revelara totalmente a nosotros, seríamos consumidos y destruidos. Por esta razón, Dios mismo se oculta y aparece en formas en las cuales podemos “verlo”. Sin embargo, esto es diferente a ver a Dios en todo el despliegue de Su gloria y santidad. La gente ha visto visiones de Dios, imágenes de Dios y apariencias de Dios – pero nadie ha visto a Dios en toda Su plenitud (Éxodo 33:20).

miércoles, 27 de mayo de 2020

Los jóvenes del Evangelio

Videomensaje.

Con oportunidad de estar viviendo los últimos días del Tiempo Pascual, quiero dejarles un video mensaje hermoso del Papa Francisco dirigido a los jóvenes de Buenos Aires, en abril del 2014, donde hace un repaso de los jóvenes del Evangelio para que pensemos quienes podemos ser nosotros frente a Jesús.

Se los comparto.




Ficha de trabajo para reflexionar con e videomensaje.


¿Cuál de los jóvenes puedo ser?

¿Soy el entusiasta? ¿El que se anima a todo y después abandona el camino?
¿O el entusiasta que dice todo que si y después no tiene animo de nada?

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¿Soy el que está “atornillado” a las cosas y no puedo seguirlo a Jesús?

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¿’A qué cosas estoy atornillado, cuándo me descubrí así, en qué momentos?

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¿Soy como el joven que despilfarró su vida y quiere volver a la casa del Padre?

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¿Soy el joven que necesita convertirse, quiero cambiar?

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El don del Espíritu Santo para nuestros días

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

"El don del Espíritu Santo: la franqueza, el valor, la parresia"

Sábado, 18 de abril de 2020





Introducción
Ayer recibí una carta de una religiosa que trabaja como traductora a la lengua de señas para sordomudos y me habló del trabajo tan difícil que tienen los trabajadores de la salud, los enfermeros, los médicos, con los pacientes discapacitados que se han contagiado de Covid-19. Recemos por ellos que están siempre al servicio de estas personas con habilidades diferentes, que no tienen las habilidades que nosotros tenemos.

Homilía
Los líderes, los ancianos, los escribas, al ver la franqueza con la que hablaban estos hombres, y sabiendo que era gente sin instrucción, que tal vez no sabían escribir, se asombraban. No entendían: “Es algo que no podemos entender, cómo esta gente es tan valiente, cómo tiene esta franqueza” (cf. Hch 4,13). Esta palabra es una palabra muy importante que se convierte en el estilo de los predicadores cristianos, también en el Libro de los Hechos de los Apóstoles: franqueza. Coraje. Esto lo dice todo. Decirlo claramente. Viene de la raíz griega de decir todo, y nosotros también usamos esta palabra muchas veces, precisamente la palabra griega, para indicar esto: parresia, franqueza, coraje. Y veían esta franqueza, este coraje, esta parresia en ellos y no entendían.
Franqueza. La valentía y la franqueza con que predicaban los primeros apóstoles... Por ejemplo, el Libro de los Hechos está lleno de esto: dice que Pablo y Bernabé trataron de explicar el misterio de Jesús a los judíos con franqueza y predicaron el Evangelio con franqueza.
Hay un versículo que me gusta mucho en la Carta a los Hebreos, cuando el autor de la Carta a los Hebreos se da cuenta de que hay algo en la comunidad que está decayendo, que se pierde algo, que hay una cierta tibieza, que estos cristianos se están volviendo tibios. Y dice esto —no recuerdo bien la cita...—, dice esto: “Traed a la memoria los primeros días, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate: no perdáis ahora vuestra franqueza” (cf. Heb 10,32-35). “Recupera”, recuperar la franqueza, el valor cristiano para seguir adelante. No se puede ser cristiano sin que se dé esta franqueza: si no se da, no eres un buen cristiano. Si no tienes el coraje, si para explicar tu posición resbalas en ideologías o explicaciones casuísticas, te falta esa franqueza, te falta ese estilo cristiano, la libertad de hablar, de decirlo todo. El coraje.

Nacer del Espíritu Santo

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

"Nacer del Espíritu"

Lunes, 20 de abril de 2020



Introducción
Oremos hoy por los hombres y mujeres que tienen vocación política: la política es una alta forma de caridad. Por los partidos políticos de los distintos países, para que en este momento de pandemia busquen juntos el bien del país y no el bien de su propio partido

Homilía
Este hombre, Nicodemo, es un jefe de los judíos, un hombre prestigioso; sintió la necesidad de ir donde Jesús. Fue por la noche, porque tenía que tomar precauciones, ya que los que iban a hablar con Jesús no eran bien vistos (cf. Jn 3,2). Es un fariseo justo, porque no todos los fariseos son malos: no, no; también había fariseos justos. Este es un fariseo justo. Sintió la inquietud, porque es un hombre que había leído a los profetas y sabía que lo que Jesús estaba haciendo había sido anunciado por los profetas. Sintió la inquietud y fue a hablar con Jesús. «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro» (v.2): es una confesión, hasta cierto punto. «Porque nadie puede realizar los signos que tú realizas, si Dios no está con él» (v.2). Y se para. Se para antes del “por tanto”. Si digo esto... por tanto... Y Jesús respondió. Respondió misteriosamente, como no se lo esperaba Nicodemo. Respondió con esa figura del nacimiento: «si uno no nace de lo alto, no puede ver el Reino de Dios» (v. 3). Y Nicodemo, se siente confundido, no entiende y toma ad litteram la respuesta de Jesús: pero ¿cómo puede uno nacer si es un adulto, una persona mayor?” (cf. v. 4). Nacer de lo alto, nacer del Espíritu. Es el salto que debe dar la confesión de Nicodemo y él no sabe cómo hacerlo. Porque el Espíritu es imprevisible. La definición del Espíritu que Jesús da aquí es interesante: «El viento sopla donde quiere, y oyes su rumor, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que nace del Espíritu» (v. 8), es decir, libre. Una persona que se deja llevar de una parte a otra por el Espíritu Santo: esta es la libertad del Espíritu. Y quienquiera que haga esto es una persona dócil, y aquí estamos hablando de la docilidad al Espíritu.
Ser cristiano no es sólo cumplir los mandamientos: hay que cumplirlos, eso es cierto; pero si te detienes ahí, no eres un buen cristiano. Ser un buen cristiano es dejar que el Espíritu entre en ti y te lleve, te lleve donde quiera. En nuestra vida cristiana muchas veces nos detenemos como Nicodemo, ante el “por tanto”, no sabemos qué paso dar, no sabemos cómo hacerlo o no tenemos la confianza en Dios para dar este paso y dejar entrar al Espíritu. Nacer de nuevo es dejar que el Espíritu entre en nosotros y que sea el Espíritu quien me guíe y no yo y aquí: libre, con esta libertad del Espíritu que nunca sabrás dónde acabarás.
Los apóstoles, que estaban en el Cenáculo, cuando vino el Espíritu salieron a predicar con ese valor, esa franqueza (cf. Hch 2,1-13)... no sabían que esto iba a suceder; y lo hicieron, porque los guiaba el Espíritu. El cristiano no debe nunca detenerse sólo en el cumplimiento de los Mandamientos: hay que cumplirlos, pero hay que ir más allá, hacia este nuevo nacimiento que es el nacimiento en el Espíritu, que le da la libertad del Espíritu.

jueves, 9 de abril de 2020

¿Que hace la Iglesia durante la Cuarentena?

Lineamientos del Arzobispado de Buenos Aires
La Iglesia debió tomar el control y generar propuestas generales para que todos sus clérigos puedan seguir una hoja de ruta en común. Después de la primera semana de cuarentena obligatoria, el Arzobispado mandó un lineamiento con muchas cosas bien claras, alentando las transmisiones y diciendo que los curas que pueden hacerlo, lo hagan.

 "Al principio estábamos medio perdidos, pero después llegó algo de arriba alentando eso”, reltata  Daniel, un vicario de la Parroquia San Antonio de Padua de la ciudad de Buenos Aires dice que “no hay que olvidar que esto lo vivió primero el Vaticano que nosotros. La Iglesia ya tenía la experiencia de lo que estaban haciendo los curas en Italia, España, y en algunos lugares de EEUU. Aprender de experiencias ajenas sirvió. Si el mismo Papa hace todo sin gente, eso dio pie a que nosotros también lo hagamos”.


Entrevista de Vatican News.
La entrevista se publica simultáneamente en The Tablet (Londres) y en Commonweal (Nueva York). ABC ofrece el texto original en español y La Civiltà Cattolica en italiano.
Santo Padre, ¿cómo está viviendo la pandemia y encierro, tanto en la Casa Santa Marta como el Vaticano en general, en lo práctico y en lo espiritual?

La Curia trata de sacar adelante el trabajo, de vivir normalmente, organizándose por turnos para que no toda la gente esté junta en el mismo momento. Una cosa bien pensada. Mantenemos las medidas establecidas por las autoridades sanitarias. Aquí en Casa Santa Marta se han hecho dos turnos de comida, que ayudan bastante a aliviar el impacto. Cada uno trabaja en su oficina o desde su habitación con medios digitales. Todo el mundo está trabajando; aquí no hay ociosos.

¿Cómo lo vivo yo espiritualmente? Rezo más, porque creo que debo hacerlo, y pienso en la gente. Es algo que me preocupa: la gente. Pensar en la gente a mí me unge, me hace bien, me saca del egoísmo. Por supuesto tengo mis egoísmos: el martes viene el confesor, o sea que ahí arreglo las otras cosas. Pienso en mis responsabilidades de ahora y ya para el después. ¿Cuál va a ser mi servicio como obispo de Roma, como cabeza de la iglesia, en el después? Este después ya empezó a mostrar que va a ser un después trágico, un después doloroso, por eso conviene pensar desde ahora. Se ha organizado a través del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral una comisión que trabaja en esto y se reúne conmigo.
La gran preocupación mía –al menos la que siento en la oración– es cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él. Este es el significado de la misa de las siete de la mañana en «streaming» (o retransmitida en directo), que mucha gente sigue y se siente acompañada; de algunas intervenciones mías, y del acto del 27 de marzo en la plaza de San Pedro. Y de un trabajo bastante intenso a través de la Limosnería Apostólica, de presencia para acompañar las situaciones de hambre y enfermedad. Estoy viviendo este momento con mucha incertidumbre. Es un momento de mucha inventiva, de creatividad.






miércoles, 27 de febrero de 2019

Algunas cosas que necesitás saber sobre el miércoles de ceniza

A pocos días del inicio de la Cuaresma, que sirve de preparación para la Pascua y que comienza este miércoles 14 de febrero, recordamos algunas cosas esenciales que todo católico debe saber para poder vivir intensamente este tiempo litúrgico.

1. Es el primer día de la Cuaresma
Con el Miércoles de Ceniza inician los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que en la Misa, se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.
2. La imposición de las cenizas surge en los primeros siglos del cristianismo
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia en Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.

3. La ceniza recuerda la necesidad de la misericordia de Dios

“El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.

4. Las cenizas tienen varios significados
La palabra ceniza, que proviene del latín "cinis", representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.
La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
5. Las cenizas se producen de las palmas del Domingo de Ramos
Para la ceremonia se deben quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.

6. Las cenizas se imponen en la frente al término de la homilía
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».
Luego, quien recibe las cenizas debe retirarse en silencio meditando la frase o invitación que la acaban de hacer.
7. Las cenizas también pueden imponerse sin Misa
Cuando no hay sacerdote la imposición de cenizas puede realizarse sin Misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable que al acto se preceda con una liturgia de la palabra.
Es importante recordar que la bendición de las cenizas, como todo sacramental, solo puede realizarla un sacerdote o diácono.
8. Las cenizas pueden ser recibidas por no católicos
Puede recibir este sacramental cualquier persona, inclusive no católica. Como especifica el Catecismo (1670 y siguientes) los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella».
9. No es obligatorio recibir las cenizas
El Miércoles de Ceniza no es día de precepto y por lo tanto la imposición de ceniza no es obligatoria. No obstante, ese día concurre una gran cantidad de personas a la Santa Misa, algo que siempre es recomendable.
10. No existe tiempo exacto para llevar las cenizas en la frente
Cuanto uno desee. No existe un tiempo determinado.
11. En Miércoles de Ceniza se hace ayuno y la abstinencia
El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y la abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día.
La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario.

viernes, 22 de febrero de 2019

Arrancamos el año con todo


Para que no te pierdas por el camino te dejo la agenda pastoral de nuestra arquidiócesis. Encuentros, momentos fuertes de oración y acción.

Empezamos el año y caminamos juntos como Iglesia.

Agenda Pastoral